Llevo unos días reflexionando sobre el por qué de esta pasión. Al principio pensaba que era un poco irracional, como casi todas las ansias coleccionistas. Pero ahora sé que no es así. Realmente, este pequeño remanso de paz no es más que la proyección de aquella ciudad ideal que me gustaría, existiera. Sin bancos, sin mala gente, sin pobreza, en la que todos se ayudan, en la que no hay inreseses más allá del bienestar de sus habitantes. En la que todo el mundo se entiende, se respeta, donde el olvido no tiene cabida. En la que los colores de las estaciones son vivos y te envuelven. En la que sus gentes disfrutan del verano y no pasan frio en invierno. ¿Utopía? En mi pequeña ciudad, no. Y por eso está ahí.
Comparto tu opinion, yo empece hace 20 años, me falta arreglarla, pero como dices es una pasionque no la ouedes parar. Yo disfruto cada Navidad arrmándola y me da mucha paz contemplarla. Te felicito tu pueblo es hermoso, Lo que mas me gustan son las figuritas.
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